Eran las 15:15 horas del viernes 20 de marzo de 1981 cuando se recibe un llamado por un presunto amago de incendio en la calle Arturo Fernández, entre Sargento Aldea y Thomson. A este llamado avanza nuestra compañía Germania N°2 y la compañía N°12. Nuestra compañía sube por calle Latorre que en esos años tenía un sentido de mar a cerro, el carro de la Cía. N°12 lo hace por calle Vivar para tomar la misma dirección; ambos carros se encuentran en dicha intersección, lo que hace que este último impacte lateralmente a nuestra unidad, desviándolo y ocasionando el choque con el local comercial “El Porvenir” donde actualmente se ubica una farmacia.
En él, viajaban Emilio Silva quien conducía el carro, más los voluntarios Antonio Bagioli y Carlos Hugo Báez Valdebenito, este último producto del impacto sale eyectado del asiento golpeando su cuerpo en la calzada, perdiendo su vida de forma instantánea. Así nuestro voluntario Hugo Baez pasaba a ser el segundo mártir de la Compañía.
Justamente hoy viernes 20 de marzo, después de 39 años de ese fatal día para nuestra familia segundina, y por primera vez en la historia de nuestra Germania, debido a los acontecimientos que afectan a la humanidad, que nos limita en realizar un homenaje como todos los años, hacemos una conmemoración a nuestro bombero mártir del deber en esta oportunidad.
Cuando un bombero muere los cielos abren sus puertas para que pasen los héroes, esos que siembran la tierra de ese amor tan grande que hace inmortal a los hombres, que hace inmortal a las madres. Cuando un bombero muere se entristece la tierra, los corazones enlutan y de la cima del cielo caen lágrimas que envuelven corazones afligidos que en el dolor que no calma.
Aunque gritemos al mundo porque existe la muerte, porque no mueren los malos, porque se van los que amamos, porque los hombres valientes que dejando sus tesoros arrendaron sus vidas por salvar vidas ajenas.